Menos de la mitad de los españoles se sienten felices.
Según un informe sobre el bienestar emocional de la población española realizado por el Grupo AXA, tan solo el 47% de los españoles asegura ser feliz, mientras que cuatro de cada diez dicen sentirse emocionalmente mal o muy mal. La encuesta se realizó con la participación de más de 16.000 encuestados en 16 diferentes países, entre ellos, Alemania, Francia, China, México e Italia.
Los ciudadanos de países como Alemania, Francia o China afirmaron sentirse más felices que los españoles, que se encuentran entre las poblaciones que más afectadas se sienten por la guerra en Ucrania y las consecuencias de la pandemia. De hecho, según los resultados del informe, el mayor deseo de los españoles es tener salud.
El reciente interés por la investigación de las emociones positivas ha puesto de manifiesto que éstas nos proporcionan muchos y muy importantes recursos. Las emociones positivas nos hacen sentir bien, mejoran la forma en que utilizamos nuestros recursos cognitivos, nos dotan de recursos sociales, guían y orientan nuestros comportamientos, regulan las emociones negativas, promueven la utilización de estrategias de afrontamiento activo en la solución de nuestros problemas emocionales, construyen y maduran nuestra personalidad preparándola para que seamos capaces de enfrentarnos a situaciones adversas, y nos ayudan a cuidar nuestra salud haciéndonos menos vulnerables ante la enfermedad. Hoy, por fin, sabemos que las emociones positivas son de gran relevancia y que la clave está en saber cómo aumentarlas y cómo aprender a disfrutar de ellas.
Las emociones positivas hacen referencia al conjunto de emociones que se relacionan con sentimientos agradables, que entienden la situación como beneficiosa y se mantienen en un espacio de tiempo corto. Ejemplos de emociones positivas son la felicidad o la alegría, entre otras. Las emociones positivas ayudan a aumentar la atención, la memoria, la conciencia, la retención de información y nos permiten poder mantener varios conceptos al mismo tiempo y como estos se relacionan los unos con los otros. Frente a ello, cabe destacar que las emociones positivas son movilizadoras, es decir, cuando las experimentamos tenemos más ganas de hacer cosas y nos desempeñamos mejor.
La felicidad es un sentimiento que todos los seres humanos aspiran a poseer, pero que a menudo resulta afectada por diferentes acontecimientos a lo largo de la vida. No obstante, ser feliz no es más que una elección, según uno de los autores pioneros de la psicología positiva, Martin Seligman. El psicólogo estadounidense es el autor del libro La Auténtica Felicidad, publicado en 2011, en el que explora la posibilidad de que la felicidad se encuentra dentro de cada uno de nosotros y que solamente es cuestión de entrenar a la mente para sacarla en el día a día.
Su teoría de psicología positiva se basa en el modelo PERMA que consiste en cinco necesidades psicológicas básicas que constituyen el fundamento para poder sentirse feliz, según Seligman. El psicólogo asegura que, si todas estas necesidades básicas están cubiertas, las personas pueden desarrollar su bienestar personal y adquirir la capacidad de “florecer” en la vida. Además, Seligman asegura en su libro que, al estar en búsqueda activa de ser feliz, resultará más fácil superar los desafíos de la vida cotidiana.
“Los hábitos de pensamiento no tienen por qué ser para siempre. Uno de los descubrimientos más significativos en la psicología de los últimos 20 años es que los individuos pueden elegir su forma de pensar”, dice una de las famosas frases del autor.
Los cinco factores principales para ser feliz en la vida según El modelo PERMA, también conocido como la teoría del bienestar, de Martin Seligman consiste en la búsqueda activa de cubrir las siguientes cinco necesidades psicológicas básicas para ser más feliz en la vida:
La clave está en la construcción de relaciones positivas con personas que nos apoyan y que no son tóxicas para el bienestar emocional.
Sin embargo, Seligman también argumenta que los cambios deben introducirse poco a poco ya que, al intentar hacerlo todo a la vez, la felicidad no será alcanzada. Además, explica que su teoría de bienestar no es una “prescripción” que funcionará para todos, sino una descripción del comportamiento y los hábitos de las personas felices.
“La vida infringe los mismos contratiempos y tragedias tanto en el optimista como en el pesimista, solo que el optimista las resiste mejor”
(Martin Seligman)
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